Casi nadie habla de esto
pero en asuntos de amores
lo verdaderamente importante
es saberse elegido.
Ya sabes,
tener la certeza de que la vida
es un juego de azar
con cartas
sin marcar
y en medio de esa repartición aleatoria
alguien decide
convincente
que sus pasos
han de emparejarse
con tus pasos.
Amor es
saber que alguien
diseñó
o
rezó
la estrategia para
terminar
coincidiendo
contigo.
Por “elegir”
muchos entenderán
elegir un cuerpo
una sonrisa
o una mirada,
pero esta solo es una lista de
detonantes.
Como dos piedras que chocan
para hacer fuego,
así Venus
encuentra pretextos
para juntar a dos
y sentirse deseada.
Cuando digo elegir,
hablo más bien
de elegir
cuidadosamente
los defectos
de los que te quieres
enamorar.
Seguro que podrías
responder fácilmente
qué te gusta de una persona
pero casi nadie
sabría decirme
qué podría soportar
de alguien.
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