El amor
siempre encontrará
la irrefutable manera
de elegir por ti.
Creemos por inexpertos
que al decir:
“me quiero enamorar de ella”
o
de aquel,
estas palabras tendrán
un mínimo efecto
en el libro de nuestro destino.
Nada más equivocado.
Claro que en el camino
hacia nuestro destino
regalamos horas diablo
y besos furtivos
en medio de varios “salud”.
Y escribimos intentos de poemas
y forzamos encuentros rosas,
que luego comprendemos azules.
Pero no te engañes.
El amor elige cuándo y por quién
te vas a desvelar.
Elige la canción, y hasta
elige el nombre de las calles
por las que vas a deambular
rogando un encuentro.
Los he visto.
A los enamorados
de verdad.
Tienen una equis marcada en la frente.
Antes pensaba que
En esos asuntos
Podría
vencer al destino
pero en esa guerra
Ya dejé bien izada
mi bandera blanca.
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