"Armar una buena historia, y saber contarla, es algo tan sencillo y tan grato como intentar bañar a un gato".
- Anne Lamott
Construir una marca es un proceso arduo, que consta de muchos pasos y procesos meticulosos. Claro que existe también el camino fácil de construir una marca sin identidad, objetivos ni historia de fondo.
Pero si lo que quieres es perdurar y asegurar quer tu marca sea reconocida y seguida por los usuarios, es importante que ésta cuente con pilares clave en su construcción, ya que estos te acompañarán el tiempo que ese proyecto dure y te ayudarán en los tiempos de crisis creativas.
En esta nota quiero hablarte del why de tu marca. Esto es, la razón de fondo que te motiva a crearla y que crees que motivará a otros en sus vidas. El why es esa pasión que te llevó a crear tu proyecto. Es una idea desarrollada por Simon Sinek en su teoría del círculo dorado. En ella, explica que lo importante al contar una historia o describir una empresa, no es lo que hace o cómo lo hace, sino porqué lo hace.
Por ejemplo, yo no vendo cursos ni asesorías diciendo que cuento con las mejores herramientas para crear contenido, o que mis cursos son los mejores del mundo. Yo cuento porqué estos cursos serán la energía que tu proyecto necesita, y que me encargaré de cuidar y atender tu negocio tanto como tú lo haces. Mi why es entender y apoyar el amor que los emprendedores le dedican a su proyecto para asegurar su existencia 10 o 20 años más.
Esta estrategia es importante, porque, en medio de un mar de publicaciones a las cuales se les invierten millones de dólares, te encuentras tú, por ejemplo, contando porqué tu nueva cafetería debe ser visitada.
Si sólo te esfuerzas en contar lo bueno que es tu café (cosa que cientos de marcas ya hacen) o en explicar que tienes los mejores descuentos (cosa que cientos de marcas ya hacen x2) no provocarás ningún sentimiento en las personas que pudieran comprarte.
¿Por qué hablo de sentimientos? Porque estamos asqueados de comerciales y emprendimientos y nuevos productos. Encontramos anuncios en Waze, en Face, en Youtube, en el juego que acabamos de descargar. En las pantallas del autobús, en los carteles del metro, en el folleto que nos regalan al pasar por un restaurant. En fin, como consumidores activos, ya no queremos saber de comprar y vender, ahora nos interesa conectar con la marca que consumimos. Y nos interesa mucho lidiar con la culpa de comprar.
Ya sea con materiales sustentables que eviten contaminar al planeta, o con una marca que destine un porcentaje de sus ventas a una causa social. O mejor aún, con un proyecto que conlleve una historia conmovedora, motivadora o apasionada, de tal forma que nos haga sentir parte de ella.
Contar que "Abrí esté restaurante en 2015 y desde entonces ofrecemos el mejor sazón de la zona" nunca será mejor que contar "después de 3 años de fracasos, decidí renunciar a mi empleo y poner todo mi empeño en abrir mi restaurante, tal como se lo prometí a mi abuela antes de verla partir. Hoy su sazón y amor me acompaña en cada platillo que pongo a tu disposición en nuestro tradicional menú".
El arte de contar una historia se llama Storytelling. Úsala siempre que puedas en tus copys, campañas y desarrollo de marca.
En resumen: Explicar de qué va tu proyecto tiene dos maneras: La aburrida en que explicas qué y cómo lo haces. Y la que todos quieren escuchar: El porqué lo haces.
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