"Lo que quiero decirte es que no eres menos emprendedor por no tener toda una guía teórica que avale tu negocio. Estos elementos saldrán por sí solos"
Arrancar con un emprendimiento es un proyecto que requiere disciplina y estrategia para lograr buenos resultados. Esto puede traducirse, por ejemplo, en tener que elegir el lugar donde vas a vender, los precios que ofrecerás y quiénes serán tus proveedores, así como los costos que contempla cada producto o servicio.
Si tu negocio es en línea quizá tengas que elegir dónde construirás tus canales de venta, cómo se llamará tu negocio en redes sociales o si tendrás un logo o paleta de colores.
Lo cierto es que, aunque necesitas planificar aspectos mínimos para que tu emprendimiento sea viable y congruente, tampoco es necesario perder demasiado tiempo en detalles teóricos que retardarán la puesta en marcha de tu proyecto.
Cuando iniciamos un negocio el objetivo principal es claro: Obtener ingresos por medio de algo que sabemos hacer. Y aunque consolidar esa idea hasta volverla un modelo estable con una identidad clara puede parecer un requisito obligatorio, muchos de estos elementos surgirán con el paso del tiempo y la práctica.
No te preocupes sino tienes ni idea de cuales son tu misión, visión y valores como empresario. Estos elementos saldrán por sí solos cuando comiencen a crecer el número de operaciones, empleados y proveedores. Cuando tengas que resolver dilemas como: ¿Mi empresa será sustentable y cuidará al planeta? ¿Quiero llegar a otros países? ¿Acompañaré causas sociales? ¿Daré más prestaciones de las que establece la ley?
Concéntrate en hacer que el público ame lo que haces. Que tu producto sea reconocido por encima de cientos de opciones.
Lo que quiero decirte es que no eres menos emprendedor por no tener toda una guía teórica que avale tu negocio. Incluso las grandes marcas no tenían ni idea de qué querían cuando comenzaron, pero sí tenían la convicción de que su producto sería el mejor, y se enfocaron en eso. En mejorarlo y consolidarlo.
Como he dicho en otras notas, gastar tiempo y dinero en falsas necesidades es una jugada pésima cuando arrancas un negocio, justo porque es lo que menos tienes y más necesitas. Crea una lista de prioridades y apuesta todo a ellas. Te doy mi palabra de que un par de párrafos explicando quién eres y cómo te proyectas nunca serán la diferencia entre el éxito y el fracaso.
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