El arte del Storytelling es una gran herramienta a la hora de intentar posicionarnos en medios digitales, porque para ingresar a la selva que representan plataformas como Instagram o Facebook necesitamos más que una foto bonita o un producto bien elaborado. Luchamos por obtener la atención de los usuarios contra grandes empresas que invierten millones de pesos en campañas que aparecen hasta en la sopa.
Frente a ese reto, una historia sólida y bien contada, puede ser la carnada que te lleve a obtener nuevos seguidores, un mejor alcance y sobre todo, una comunidad fiel. Para Guillaume Lamarre * estos son los cinco elementos de una buena historia:
Simplicidad
Cuando cuentes una historia, concéntrate en enviar un sólo mensaje. Un ejercicio que te ayudará a lo grarlo es preguntarte ¿Qué es lo que demuestra tu historia? ¿Qué objetivo tiene esta acción? ¿A qué público quieres llegar?
A veces, en el intento por compartir algo, somos dispersos, conectamos muchas historias, o nos olvidamos del objetivo principal. Recuerda que menos es más, y si defines un objetivo, tu mensaje será simple y sencillo de comprender. Definir un guión, hacer propio un hashtag o comenzar tu video explicando de qué hablarás te ayudarán a hacer de tu mensaje algo simple. También recuerda no usar muchos tecnicismos. Es decir, no satures a tu público.
" Si dices tres cosas, no estás diciendo nada". Dan Heath
Sorpresa
De acuerdo con el autor, "no hay nada peor que contar algo cuyo final el público conoce de antemano". Por eso, es importante generar una dosis de sorpresa en tus historias. Tus logros, giros inesperados, avances o nuevas adquisisiones son el pretexto perfecto para añadir sorpresa a las historias. Cuando comiences una historia, no seas obvio. Deja la mejor parte para el final. Este elemento puede ser inducido mediante preguntas que parezcan obvias pero tengan respuestas inesperadas.
Seguramente habrás visto este elemento en tÃtulos de videos como "Broma sale mal" o "No te imaginas lo que pasó en mi último viaje"
"El peor pecado que puede cometer un storyteller es contar algo que su público ya sepa". Guillaume Lamarre.
Concreción
Sé lo más especÃfico posible. Cuando crees una historia ten cuidado con los detalles. Si no son bien explicados, pueden confundir a tu audiencia. ¿Estás feliz por un logro? Cuenta de qué logro se trata, cuándo lo conseguiste y porqué es importante para ti. No olvides añadirle un valor que le permita a tu audiencia hacer de tu contenido algo útil. Pregúntate ¿Qué le aporta esta historia a mi público? Siguiendo con el ejemplo del logro obtenido, puedes aconsejarles que no se rindadn y luchen por sus sueños, o la forma en que destacaste para obtenerlo.
Ser concreto, significa identificar la necesidad inmediata de tu público que prendentes atender, y contar una historia que no de lugar a dudas o confusiones por falta de elementos.
Credibilidad
Aquello que cuentes debe ser creÃble y fiable. Sin importar si hablas de ciencia ficción o fantasÃa. Cada mundo merece su lógica y su congruencia. Este elemento es muy importante porque, a diferencia de los demás, si lo pierdes, no solo pierdes la atención del público, sino que pueder crear una imagen negativa en torno a ti, muy cercana al intento de fraude, la desilusión, o la pérdida de prestigio.
La credibilidad se construye a través de la congruencia. Cuando contamos historias, es normal que grandifiquemos algunos elementos de la misma para darle contraste, pero hay que tener cuidado con alejarnos de la realidad demasiado. Los ejemplos más comunes de falta de credibilidad son las y los ciberedecanes, mal llamados influencers, que realizan promocionales de marcas fingiendo que estas forman parte de su vida cotidiana y que son sus productos favoritos. Realizan tantos y de distintas marcas, que sus menciones dejan der orgánicas y creÃbles.
Un ejemplo de cómo hacer las cosas bien lo encontramos en Yuya, la creadora de contenido con más de 17 millones de seguidores en Instagram. Su forma tan sincera, creÃble y espontánea de contar historias es la mejor y más recomendable si buscas referentes.
Emoción
Según Lamarre, la mayor fuerza del storytelling es su capacidad para desencadenar y transmitir emociones entre su público. Un aspecto cuyos efectos solo aparecerán si procedemos con cuidado y sensibilidad.
Cuando compartes una historia, uno de tus objetivos debe ser llegar al corazón de tu audiencia. Si eres demasiado racional no convencerás a nadie con lo que cuentes. Involucrar cómo te sentiste, o mejor aún, involucrar lo sentimientos de tu audiencia es fundamental. Tienes que provocar empatÃa o ilusión.
Un elemento para comprender la emoción es recurrir al Pathos, un concepto que remite a las pasiones. Una buena historia envuelve a su público, lo coloca en primera persona como el protagonista de dicha historia y lo evoca a sentir. A sentir la pasión por anhelar algo, repudiar algo o vivir algo.
"No me hables de lógica, dame emociones". Billy Wilder.
Estos son los elementos que Lamarre considera que crean una buena historia. Intenta incorporarlos a la planeación de tu contenido y tus campañas para mejorar tus resultados.
Finalmente, quiero compartir contigo una formula que, aunada a los elementos que menciono en este texto, darán el sazón final para crees la historia perfecta.
AIDA, es la fórmula para enganchar a alguien a una historia. Se compone de Atención, Interés, Deseo y Acción, y se adapta perfecto a lo que necesitas para crear un post exitoso en redes sociales. Si haces un video, por ejemplo, los primeros segundos tienen que ser espectaculares y concretos para mantener el interés del auditorio. Finalizar con un llamado a la acción que fomente la interacción con tu post canalizará adecuadamente el éxito de tu contenido. Si utilizas esta fórmula en la estructura de tus caruseles en Instagram, tus videos en Facebook o tus tik toks, seguro que aumentarán tus números y con ello el logro de tus objetivos.
* Este texto está basado en la obra "Storytelling como estrategia de comunicación" de Guillaume Lamarre. Puedes adquirirlo dando clic aquà .
Creo que la historia debe cautivar, debe envolverte, tener un agarre y que no te suelte, debes fijar un mensaje claro, concreto y sin rebusque